lunes, 19 de septiembre de 2011

La emoción hecha cine

No son las películas con más calidad que he visto. Ni siquiera se acercan a la perfección técnica. Pero estas tres películas que apunto llegaron a mi alma.

“La vida es bella”, “Más allá del Missouri” y “Forrest Gump”.

Las tres son los mejores ejemplos de lo que, para mí, es el amor.

La primera, el amor de un marido y padre generoso, realmente generoso, que no espera nada del otro, que no exige, que acepta y respeta. Que en el infierno arriesga su vida para desear los buenos días a su princesa. Que es capaz de ocultar a su hijo la podredumbre detrás de una sonrisa.

“Más allá del Missouri”, representa el amor y respeto por la naturaleza, la mujer y el hijo.

“Forrest Gump” ama sin trabas, sin condiciones. Primero a la madre, después a su Jenny, luego a sus amigos Buba y Teniente Damm y, por último, a su hijo.

No me imagino a ninguno de los personajes de estas películas decir en el futuro: “con todo lo que he hecho por ti…”.

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