martes, 18 de octubre de 2011

Memoria y olvido

Se enseña a guardar en la memoria una enorme cantidad de datos. Se fabrican reglas nemotécnicas que faciliten la labor. Obtienen mejores notas aquellos alumnos que mejor memorizan y tienen más posibilidades de tener una plaza en propiedad en la Administración los que más datos (la mayoría inútiles) son capaces de almacenar en sus “discos duros”.

Pienso que la memoria, que tiene sus obvias ventajas, está sobrevalorada y muy potenciada.

Sin embargo, ¿quién nos enseña a olvidar?.

En muchas ocasiones, los recuerdos son un lastre que entorpecen nuestro caminar.

Para olvidar, de verdad, hay que perdonar. La frase “perdono pero no olvido” en realidad conlleva el uso de la palabra perdón, pero no el hecho de perdonar y, lo que no se perdona, nos sigue afectando. Prefiero usar “perdono, olvido y aprendo”.

2 comentarios:

Lenka dijo...

Que me digan a mí la cantidad de idioteces que hay que memorizar si pretendes currar en la Administración!! Me parece un peñazo total, y eso teniendo en cuenta mi retentiva elefántica... pero, qué gran verdad!! Cosas totalmente inútiles!! Digo yo, no sería más práctico que te enseñaran cómo hacer bien tu trabajo (ese al que aspiras) para que la admon funcionara mejor y los ciudadanos estuvieran más contentos?? Siempre he pensado que en cuestiones prácticas, en aprovechamiento de recursos y en organización este país nuestro es un desastre!!! Lo creo firmemente, es más una cuestión de orden y concierto (falta de) que de malos profesionales.

Memorizar no tiene mucho sentido, creo, y eso que a mí me proporcionó buenas notas en las materias empollables. Pero cómo apruebas las mates o la química sin entender ni jota?? Con memorión se puede, pero qué pérdida de tiempo, no? Es un aprobado engañoso que no te sirve de gran cosa. Hacía derivadas e integrales de memoria, sin entenderlas. Nunca las entendí, sólo aplicaba fórmulas que me había metido en la mollera. Pasados los exámenes, lo olvidas todo para siempre, sin remedio.

Empollar fechas, nombres y la lista de los Reyes Godos (eso no me tocó, menos mal) hizo que mucha gente odiara la historia. A mí me salvó esa retentiva mía y sí, la suerte de tener buenos maestros en esa disciplina. Y es que, al final, toda materia es "de razonar". Habría sido posible la revolución industrial sin un éxodo masivo de campesinos a las ciudades, o sin abundancia de alimentos para llenar mínimamente los estómagos de los obreros? Las revoluciones se dan porque sí? Me encantó descubrir que todo estaba relacionado: la política, la economía, la religión, el arte, la cultura, todo. Tienen que hacértelo entender así, y luego es más lógico, más fácil, más interesante.

Pero dejando a un lado lo académico... perdono pero no olvido? Nunca me he creído esa frase. Si no logras olvidar (en el sentido de dejar atrás) no perdonas del todo. Arrastras. Pena que a veces no se logra ni queriendo, la víscera puede superarnos. Y sí, ojalá para algunas cosas tuviéramos memoria selectiva. Nos ahorraría dolor, traumas, lastres. Pero me pregunto... aprenderíamos? Evolucionaríamos? Seríamos quienes somos?

Juan dijo...

No es olvidar en el término exacto de la palabra, sino dejar atrás. Es indispensable, sobre todo con los traumas. Saberlos localizar, traerlos a la memoria, para saber porqué somos como somos y, una vez en ella, aprender a pasar página tras haber aprendido cosas de nosotros.

Todo trauma que esté en nuestro subconsciente y no haya sido localizado, así como todo trauma que resuena continuamente, ambos, son pesadas cargas. Uno porque nos impulsa a actuar de determinada manera sin saber porqué. El otro, porque nos crea angustia.

Todo hay que llevarlo al consciente para elaborarlo, aprender y, cuando es necesario, olvidar y perdonar.

Seríamos quienes somos, pero más equilibrados y felices. No reaccionariamos tanto.

Con respecto a la memorieta, estoy convencido que ningún premio Nobel de Medicina aprobaría la Selectividad, sin la cual, no podrían entrar a estudiar la cerrera de Medicina¡¡¡¡.